PSICOANÁLISIS Y POESÍA – JUNIO 2016-
EL
ORDEN DEL LENGUAJE
“la interpretación analítica
llega mucho más
lejos que la palabra” Jacques Lacan
Es un hecho que la Humanidad entera
admite, que hay un antes y un después de Freud, sin que resulte sencillo
precisar en que consiste ese corte que nombramos con su nombre, determinar su
sentido, su verdadera dimensión. El
descubrimiento freudiano, se halla referido a una irrupción que, efectuada de
una vez para siempre, se presenta sin embargo en el punto de su concreción, en
estado de inminente realización, como capaz de desdibujarse en el instante
mismo en que se efectiviza.
Tal la luminosa fugacidad del
inconsciente, su tiempo luciérnaga, el que explica buena parte de su magia y su
sorpresa: una verdad que se ilumina en el momento de desaparecer, una marca de
agua entre el tropiezo y la vacilación, la estela fugitiva de una aparición
cuyos rastros se desvanecen una y otra vez.
Prometidas al olvido, las formaciones
del inconsciente se esfuman de improviso con la misma rapidez con que ven la
luz.
Imprevisible el inconsciente freudiano
juega con palabras, escribe con imágenes y exhibe una memoria más potente que
la de un ordenador, respondiendo antes que surja una pregunta y preguntando lo
que nadie sabría responder, para apremiarnos en los confines de lo que
ignoramos y empujarnos más allá de lo que querríamos saber.
El inconsciente palpita en un incesante
movimiento de apertura y cierre, dejando entrever un invisible sedimento que,
ajeno al tiempo y al espacio, por fuera de cualquier lugar, reúne, dispares,
las huellas de palabras oídas e imágenes vistas, escenas fantaseadas o
imaginadas que se enlazan y articulan en la forma de un saber que determina al
sujeto.
Pensamientos impensados, pensamientos
sin pensador, pensamientos que se imponen a la voluntad de la vida con el rigor
de un destino.El psicoanálisis constata en su clínica la maldición del
lenguaje.
Después de Freud, sabemos que la palabra
altera al cuerpo, lo marca, lo enajena. Doble movimiento de pérdida inevitable
y reemplazo inadecuado por el que lo necesario que guiaría al instinto de
preservación de la vida, cede su lugar a la repetición de un encuentro
contingente que lo mortifica: allí donde el eco del decir alcanza al cuerpo, se
circunscribe una satisfacción sin utilidad que, cuando no se subordina a la
homeostasis que regula al organismo, pone en evidencia un placer cuyo estatuto
exige reformular su principio, hasta incluir en él, un paradójico placer de lo
displacentero.
Freud lo encuentra en el síntoma, esa
doble forma universal y singular de malestar que agobia al hombre en la
cultura, poniendo de relieve un régimen particularísimo de la sexualidad.
El orden del lenguaje hace estallar su
cauce, apartándola de cualquier finalidad reproductiva. Exiliada de las vías sensoriales
por las que la imagen orienta el comportamiento en el mundo animal, la
sexualidad del ser hablante se revela polimorfa, fragmentada, dispersa,
condicionada por el accidente y el tropiezo. El inconsciente se revela así
efecto del extraño trastorno que afecta al hablante, testimoniando de la falta
de inscripción de la proporción sexual en el cuerpo, es decir, la ausencia de
un conocimiento predeterminado del objeto adecuado a su realización, como de la
acción consumatoria que le convendría.
Se verifica así, la singularidad de una
sexualidad no escrita, fuera de lugar, nunca enteramente allí donde se la
espera encontrar.
Después de Freud, la conciencia no se
superpone al sujeto, ni lo agota, y éste deviene responsable, más allá de
aquella, de sus producciones insabidas. El soñante debe, entonces, responder
por el contenido de sus sueños, el que habla por sus lapsus, el ingenioso por
su chiste, el neurótico por su síntoma y el sufriente deviene cómplice y
partícipe necesario de las desdichas que lo aquejan. Después de Freud, el ser
que habla puede saber que ignora lo que dice, porque al hablar dice más de lo
que sabe, y que allí donde cree comunicarse, habla por hablar
LIC. LUCIA C. SERRANO – PSICOANALISTA
Pedir Turno: 15-5040-2292 – 4-749-6127
(consultorio en Tigre y en Cap.Fed.-
Bs.As.- Argentina)
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